Cuando era pequeña me encantaba leer una de las colecciones de revistas de mi padre: Selecciones del Reader’s Digest. Una de las historias que ahí leí me impactó de sobremanera. La historia sobre Juan Salvador Gaviota, una gaviota que quería dedicar su vida a algo más que la búsqueda de comida. Le apasionaba volar y lo convirtió en su leitmotiv; aunque eso le valiera la expulsión de la Bandada, que no podía comprender las extrañas piruetas de Juan. Éste, en solitario, prosiguió con el perfeccionamiento de sus acrobacias y de esta forma fue feliz.
Sé que es quizá un tópico, pero a aquella tierna edad no entendía aún de clichés y la historia de Juan Salvador Gaviota se quedó grabada en mi memoria. Desde entonces, de forma inevitable, cada vez que veo una gaviota me acuerdo de Juan, y me pregunto si pertenecerá a la Bandada, o será de las utópicas.

Desde hace poco tiempo, trabajo en una zona portuaria. Observo las gaviotas a diario, y estoy aprendiendo a diferenciarlas según su edad y sus motivaciones (hambre, descanso, etc.). Recientemente pude observar como un ejemplar adulto, cual anaconda, engullía el cadáver de un gorrión. Entonces pensé ¿qué ha sido de Juan?. Y en ese momento recordé que la gaviota es el animal que representa al Partido Popular.

Mi fantasía sobre las gaviotas ha sido destruida.

6 Responses to “ ”

Carlos dijo...

Eché mucho de menos el sonido de las gaviotas este último año en Capital City, pero no hay que olvidar lo que son, ratas voladoras buscando cagarse sobre ti y joderte el día xD

En mi bolso llevo siempre un paraguas, tendré que ir pensando en utilizarlo cuando me aproximo a donde ellas residen :)

EvitaBlu dijo...

Hasta hace bien poco creo que todavía exitía el Reader's Digest, solía leerlo en casa de mi tía.

Yo en el bolso llevo un spray, es más práctico para estos casos :)

Beso

*El otro día os fotografié con una cámara oculta ¡qué guapos!Jajaja.

El Reader's Digest marcó mi infancia! Mi padre tenía docenas de ellas guardadas.
Tendré en cuenta lo del spray :)

jajaja, qué bueno lo de la foto; quizá son nuestros "alter egos"; aunque la verdad es que nos falta bastante glamour para ni siquiera empezar a parecernos...

Besos!

Le poinçonneur dijo...

Gran post, señora esposa.

No digo más.

Te espero con todo caliente menos el champán :P

Gracias, maridito mío. Ya sabes que eres mi coach :)