
Nunca me ha importado ir haciéndome mayor. De hecho, no hace mucho decidí que quiero llegar a los 100 años. Me gusta vivir la vida, así que quiero estar por aquí bastante tiempo.
Quizá es por estos principios que, a medida que pasa el tiempo, me vuelvo también más hipocondríaca. Tengo la suerte de gozar de buena salud, pero cuando un simple resfriado asoma, lo llevo bastante mal.
Hace un par de días una inocente verrguita en mi escote empezó a crecer... hasta llegar a la explosión y sangrado. Aterrorizada, pensé en cáncer, melanoma, sufrimiento, muerte... Corrí al médico, quien se sonreía mientras me explicaba que eso no era nada. Me hizo ir a otro dispensario en cuya puerta leí "pequeña cirugía". Me temblaban las rodillas mientras me pinchaba la anestesia, y ya creí morirme cuando empezó a quemarme la verruga. Olía a queratina quemada (sí, es lo mismo que el pollo quemado) y observaba la columna de humo con una sensación de irrealidad.... Era imposible que todo eso estuviera saliendo de mi cuerpo....
En fin, el episodio finalizó y yo sobreviví.
Reflexiono y pienso que la base de la hipocondría es la sensación de que no tienes control sobre tu cuerpo. Sangras sin que tú te hayas golpeado (la verruga); no sientes nada por más que tú te toques (la anestesia). Es terrible ver que le suceden cosas a tu hardware sin que tú lo hayas ordenado.
Tendré que ir al psicólogo.