Hace unos días tuve que soportar que la dichosa "vuelta al cole" me recordara que el final del verano se aproximaba. Estos días es más que evidente que el verano de 2010 está ya extinto.
Pero, pasada la rabieta, redescubro los encantos del otoño. El viernes llovió mucho y dejó mi jardín refrescado y agradecido. Salí tras la tormenta y observé cómo las gotas permanecían posadas en las plantas, ¡parecía que no querían irse!.
Pisé un caqui caido en el suelo y su olor dulzón me recordó a los frutos propios del otoño (boniatos, castañas...).
Esta mañana he paseado en bicicleta con unos amables 16 grados de temperatura, y observaba cómo el suelo empieza a cubrirse de hojas y los primeros ocres aparecían en los árboles.
¡Así que esta semana voy a cambiar la ropa del armario y a dar la bienvenida al otoño!
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Hace 3 semanas
4 Responses to “El final del verano”
Me encanta el post.
Lástima que el caqui caído le quite romanticismo...
Lov ya.
jaja, es que me estaba quedando un poco cursi. Quería que el lector se riera de la imagen de mi pie hundiéndose en el caqui.
I love you more.
Otro indicativo de la llegada del otoño: dos conocidas por la calle, paseando juntas; una con chanclas, bermudas, camiseta y chaquetilla en mano. La otra botas de invierno hasta la rodilla, medias transparentes, falda, camisa de manga larga y gabardina en mano.
Tiempo de locos....xD
Sandra
muy cierto!! lo peor es cuando tú eres la de las chanclas.. por si acaso, esta semana toca cambio de armario!
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